jueves, 5 de enero de 2012

Siempre se van ellas.

Cuando se van,
dejan una estela de suspiros,
de medios adioses,
de lagrimitas.

La despedida es un trauma.

 ¿Porqué? ¿Porqué? ¿Porqué?....
conjugándose al infinito.

Siempre se van ellas,
dejándonos ahí,
en un rincón desmantelados,
apenas construidos,
sin reconocernos.

El almanaque se dehoja,
los minutos duran setenta segundos,
sin exepción y la lluvia moja,
sin ser "obvio, viste".

Cuando se van,
la soledad se respira,
lúgubre y enfermiza,
y no hay lugar para nosotros,
en ningún mundo conocido.

¡Ah! las musas son así,
cuando se van,
(siempre, siempre nos dejan ellas)
¡cuesta tanto sobrevivirles!

2 comentarios:

  1. El secreto de las musas

    Ellas se van
    pero siempre regresan,
    el problema es que
    no siempre caemos
    en cuenta...

    Y las buscamos
    por oscuras grietas...
    Allí no se alojan,
    prefieren la luz
    como las estrellas

    Existe un secreto
    que nadie recuerda,
    Si las necesitas
    por que algo te desvela

    Tienes que buscarlas
    debajo de tu huellas
    siempre están allí
    cuando te despiertas
    sacandole el polvo a las cosas viejas.

    Cecilia Candia.

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    1. Precioso comentario en forma de poema Cecilia, que invita a rascarse las pieles y que afloremos. Un beso.

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