Necesitaba beber plaza,
comer árboles a cachos,
devorar sonrisas,
y alondras.
Precisaba fluir,
reencontrarme
con el vientre fecundo.
Sentir,
su palpito acompasado,
el del materno,
intenso y mujer,
y el del insipiente,
abriéndose paso.
Necesitaba beber plaza,
comer arboles a cachos,
sentir la vida,
galopándome por las venas.
Solidario,
con algún pueblo en lucha,
prodigo,
de abrazos fraternos,
de miradas eternas.
El infinito,
conjugándose natural,
presagios de primavera.
domingo, 12 de marzo de 2017
martes, 7 de marzo de 2017
Tu - yo.
Tu cuerpo,
ese maravilloso sortilegio,
que me hace despertar
en sueños.
Tu sexo,
un manantial,
el cáliz
donde beben
mis sonrisas.
La pasión,
esa musa
que cabalgamos,
la vida.
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