Erraste el escalón.
El andamio no estaba ahí,
caiste.
Un error fatal.
Quedaste sin suspiro ni futuro.
Metiste la mano húmeda
en el cable equivocado
y se fulminaron tus ideas,
tus proyectos, en un segundo.
Dejaste una viuda,
un hueco en la cama,
un espejo que no contesta,
un vacío, sin ruidos, ni susurros.
La muerte en su desgana,
sugirió el nombre de tu media vida.
Así de simple resultó, al fín,
tanto misterio.
Abril del 2007.
No hay comentarios:
Publicar un comentario