sábado, 30 de julio de 2011

Mujer de viento, simple molino.

No importa cuan rígidas son tus aspas,
ni cuantas lanzas quiebre en el intento.
Tengo miles...
y una paciencia hindú.

Quizas mañana cargue vencido
con paños de gamuza y terciopelo,
a curar las heridas de la interperie,
a salvar el daño que te hiciera el tiempo.

Para descubrir
en tu piel de musgo
la frescura
del descanso eterno.

Y entonces... miedo
a perder el alma,
el corazón lo perdí hace tiempo.                              Santa Fe,    1995... más o menos.

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