Agita la madrugada,
el rugir del trueno
donde el insomio deja
un despertar de espanto.
El retumbar del cielo,
agita el velo
de mis ojos mudos,
mueve la neurona
que no descansa,
tensa el músculo dormido,
pone la armadura.
Tras las sábanas, el destino,
con sus curvas sinuosas,
sus silencios profundos,
sus soledades de abismo.
Tras las "fiestas", la rutina,
el desafio de lo cotidiano,
la búsqueda perpetua,
el latido asistido.
Todo esto pasa hoy,
justo hoy,
mientras los dioses
juegan bolos con las sombras,
en el horizonte y ganan...
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