Una gota salobre en el mar de las emociones,
la palabra suelta, que al final... no te dije,
la voz que retumba en el fondo de la gruta,
o aquella que devuelve el valle profundo,
la amapola en el retrato del cuadro rojo,
las piernas temblando, después del terremoto...
eso somos,
lo individual y lo colectivo, conjugándose.
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