domingo, 20 de mayo de 2012

Automatismo.

Escribo con el pragmatismo
que arreglo una cafetera,
no hay belleza en la electricidad.
Escribo como acomodo el almacén,
como si entrara a la cámara bajo cero.
Es normal ¿no?
Con la rutina del cada día,
con la certeza de saber que llega,
con la esperanza de que termina.
¿Dónde quedó la metáfora?
yo te reclamo, vida.
¿Dónde el atardecer,
desde aquella ventana?

¿Dónde la bravura de aquel río?
¿Dónde la nobleza de aquel pez luchador?

Escribo con la dureza que trabajo.

Es normal ¿no?

                                                                        Mallorca 2002.

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