Escribir de rabia,
con bronca,
desde la ira,
desde el dolor.
El espejo me devuelve la imagen,
de quién no quiero ser,
de quién jamás quise ser,
mientras aprendía a detestarle
con tanto cariño,
que la contradicción anidaba en mí.
Escribir desde las entrañas,
con las manos sudando,
y lágrimas a flor de piel.
Escribir con los dientes apretados
con nudo en la garganta,
y ganas de vivir.
El reproche crece, se expande,
me atormenta.
El amor una isla diminuta,
una balsa, un laberinto.
El futuro un enigma,
un jeroglífico, un misterio.
Escribir desde el ayuno,
desde la astinencia,
desde la incomprensión
o el olvido,
pero por favor... escribid!!
Realmente interesante, la locura de escribir nos ayuda no solo a expresarnos, sino que convierte los sueños en posibles realidades. Muy bueno el Blog.
ResponderEliminarpbihary.blogspot.com.ar
Que lindo, Pablo que te haya gustado, me hace muy feliz, coincido con vos, escribir terrible fabrica de sueños.
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