Amo como lucho,
lucho como beso,
beso como acaricio,
acaricio como muerdo,
muerdo como trabajo,
trabajo como milito,
milito como sueño,
sueño como escribo,
escribo como vivo.
No me chuto,
no esnifo,
no me pastilleo.
La adrenalina
corre por mis venas,
consiente de su naturaleza,
pasional y repentina.
Por eso,
vivo como amo,
leéme.
domingo, 7 de febrero de 2016
sábado, 30 de enero de 2016
De oportunidades y destinos.
Me enamoré, lo reconozco, quizás sea mi corazón volátil, tal vez, el azar, siempre el azar. El cruce de miradas, el desparpajo.
Estaban recostados y vencidos junto al contenedor verde, cosa que pensé no pegaba. Pero fueron sus ojos de "perro degollado" sabiéndose al fin de su existencia, los que me impulsaron a pararme. Se imaginaban pasto de las llamas, o pudriéndose en un baldío cualquiera.
Eran parecidos pero muy diferentes, mientras el primero decidido y lenguaráz, prefería el primer destino, reunir a gente en torno a una hoguera y hacerse humo, al segundo en cambio, le apetecía, ser hogar de hongos y escarabajos, de ciempies y bichos bolita, ir desapareciendo poco a poco, destino de la madera comentó.
El más estropeado dijo entonces (desde su dignidad de caballete), ¡ Pero tenemos resto!!! ¡ Las piernas todavía nos aguantan!!! increpó el otro. Mientras yo meneando la cabeza, y dando un paso atras sorprendido, por el brusco cambio de los acontecimientos pensaba... No!! porque cuando digo no... es no... La neurona de la negación se hinchaba de bronca, me conoce demasiado.
Nosotros antes tuvimos un pasado de gloria, me dijeron, te contamos? Y yo gente, que a una charlita no le digo no ni a palos, me puse a escuchar.
Y viaje,vaya si viaje con ellos a la tarde aquella del picnic de primavera en la playita tierna, o los días de matanzas, de los que recordaban en especial cuando el primo que llegó de Barcelona se lió a la amiga de Juana. Y cuando participaron en la diada sobre la plaza, hecho que recuerdan con angustia porque en el entrevero... casi les separan. De ese día recuerdan la angustia, solo matizada por las sonrisas de los peques... los peque. Uno de ellos, el más lanzado, contó que en su larga existencia pudo ver más de una pierna interesante como las de... y calló. Por muy caballete que parezca soy un caballero, agregó mientras me guiñaba un ojo y sonreía.
Les imaginé entonces en casa, dandolés una segunda oportunidad, una tercera, en fin, otra.
Porque al fin y al cabo, todos y todas alguna vez, pasaremos por eso. Todos y todas en algún momento estaremos arrinconados ahí en una esquina de nuestra historía vital, esperando, decidiendo.
Y fue entonces, recién entonces cuando les imaginé, aguantando un tablero de ajedrez, mientras comentaban la jugada y les dije, muchachos... contratados!
Estaban recostados y vencidos junto al contenedor verde, cosa que pensé no pegaba. Pero fueron sus ojos de "perro degollado" sabiéndose al fin de su existencia, los que me impulsaron a pararme. Se imaginaban pasto de las llamas, o pudriéndose en un baldío cualquiera.
Eran parecidos pero muy diferentes, mientras el primero decidido y lenguaráz, prefería el primer destino, reunir a gente en torno a una hoguera y hacerse humo, al segundo en cambio, le apetecía, ser hogar de hongos y escarabajos, de ciempies y bichos bolita, ir desapareciendo poco a poco, destino de la madera comentó.
El más estropeado dijo entonces (desde su dignidad de caballete), ¡ Pero tenemos resto!!! ¡ Las piernas todavía nos aguantan!!! increpó el otro. Mientras yo meneando la cabeza, y dando un paso atras sorprendido, por el brusco cambio de los acontecimientos pensaba... No!! porque cuando digo no... es no... La neurona de la negación se hinchaba de bronca, me conoce demasiado.
Nosotros antes tuvimos un pasado de gloria, me dijeron, te contamos? Y yo gente, que a una charlita no le digo no ni a palos, me puse a escuchar.
Y viaje,vaya si viaje con ellos a la tarde aquella del picnic de primavera en la playita tierna, o los días de matanzas, de los que recordaban en especial cuando el primo que llegó de Barcelona se lió a la amiga de Juana. Y cuando participaron en la diada sobre la plaza, hecho que recuerdan con angustia porque en el entrevero... casi les separan. De ese día recuerdan la angustia, solo matizada por las sonrisas de los peques... los peque. Uno de ellos, el más lanzado, contó que en su larga existencia pudo ver más de una pierna interesante como las de... y calló. Por muy caballete que parezca soy un caballero, agregó mientras me guiñaba un ojo y sonreía.
Les imaginé entonces en casa, dandolés una segunda oportunidad, una tercera, en fin, otra.
Porque al fin y al cabo, todos y todas alguna vez, pasaremos por eso. Todos y todas en algún momento estaremos arrinconados ahí en una esquina de nuestra historía vital, esperando, decidiendo.
Y fue entonces, recién entonces cuando les imaginé, aguantando un tablero de ajedrez, mientras comentaban la jugada y les dije, muchachos... contratados!
jueves, 14 de enero de 2016
Poema triste.
La tristeza es mía,
como la soledad
del invierno berlinés
tatuada en los huesos.
El llanto
gobierna los actos
después de la tormenta.
Falta un proyecto, el desafío.
La tristeza me pertenece,
como la soledad
de las curvas sinuosas,
la distancia de las rectas.
La tarde aquella
en la que todo fue hoguera,
inunda mi río, lo desborda,
besa las orillas de mis seguridades.
La dicha se desmarca
en infinitos tirabuzones
verticales, la caída.
La tristeza,
al menos la mía,
me pertenece.
De a ratos salgo de ella,
rompo su acecho de décadas,
escapo de sus tenazas
y vuelo.
Más,
riobajera, emboscada, artera, reaparece,
tan rioplatense, tan tanguera,
que sabe de ausencias y lejanía.
como la soledad
del invierno berlinés
tatuada en los huesos.
El llanto
gobierna los actos
después de la tormenta.
Falta un proyecto, el desafío.
La tristeza me pertenece,
como la soledad
de las curvas sinuosas,
la distancia de las rectas.
La tarde aquella
en la que todo fue hoguera,
inunda mi río, lo desborda,
besa las orillas de mis seguridades.
La dicha se desmarca
en infinitos tirabuzones
verticales, la caída.
La tristeza,
al menos la mía,
me pertenece.
De a ratos salgo de ella,
rompo su acecho de décadas,
escapo de sus tenazas
y vuelo.
Más,
riobajera, emboscada, artera, reaparece,
tan rioplatense, tan tanguera,
que sabe de ausencias y lejanía.
viernes, 8 de enero de 2016
Trastero.
Lleno de bosque,
el trastero´,
repleto de aniversarios,
atasco de objetos
enquistados en el alma,
limpiaré.
Le vaciare primero,
de amores inconclusos,
de cuadritos conmemorativos,
piececitas,
del puzzle de la vida.
Los trastitos se amontonan,
de la mesa al suelo,
caen en cascada
empujan la puerta,
ponen un candado al olvido.
Enarbolan la esperanza
en el futuro,
mirando desde atrás de los tiempos.
Los trastos,
al menos los míos,
esa hemeroteca
de encuentros y despedidas.
La piedrita que encontraste
en la playa dormida,
el beso que dejaste
sobre el papel muerto.
Mi alma se expande
les abarca,
se ensancha,
contiene el desborde,
y descubre que...
lo que sobra es espacio.
jueves, 7 de enero de 2016
Final abierto.
Agita la madrugada,
el rugir del trueno
donde el insomio deja
un despertar de espanto.
El retumbar del cielo,
agita el velo
de mis ojos mudos,
mueve la neurona
que no descansa,
tensa el músculo dormido,
pone la armadura.
Tras las sábanas, el destino,
con sus curvas sinuosas,
sus silencios profundos,
sus soledades de abismo.
Tras las "fiestas", la rutina,
el desafio de lo cotidiano,
la búsqueda perpetua,
el latido asistido.
Todo esto pasa hoy,
justo hoy,
mientras los dioses
juegan bolos con las sombras,
en el horizonte y ganan...
el rugir del trueno
donde el insomio deja
un despertar de espanto.
El retumbar del cielo,
agita el velo
de mis ojos mudos,
mueve la neurona
que no descansa,
tensa el músculo dormido,
pone la armadura.
Tras las sábanas, el destino,
con sus curvas sinuosas,
sus silencios profundos,
sus soledades de abismo.
Tras las "fiestas", la rutina,
el desafio de lo cotidiano,
la búsqueda perpetua,
el latido asistido.
Todo esto pasa hoy,
justo hoy,
mientras los dioses
juegan bolos con las sombras,
en el horizonte y ganan...
miércoles, 23 de diciembre de 2015
Dos décimos y un premio.
Este es el primer año que casi no compro lotería. Tengo dos décimos, comprados in extremis y "por si toca". Heredo de mi padre esa suerte de ansiedad que me invade estas fechas, una mezcla de ilusión y ganas de darle un giro a la vida. Este año no me ha pasado: ya he sacado la loteria, la ilusión y la energía colectiva han parido unos resultados electorales que no son frutos del azar. Yo tengo mi premio en la hora de festejo del domingo a la noche, el abrazo.
Ahora nos queda todo por construir... nos dicen. Ahora será muy díficil... sentencian. Ahora no se podrá... vaticinan. Los mismos que nos invitaban a bajar los brazos, que era inútil, que no se podía.
Claro que pudimos, claro que podremos. Pase lo que pase dirás algún día: yo hice diputado a Juan Pedro y diputada a Mae de la Concha y senadora a Margalida.... Y se te hinchará el pecho y se te enjuagarán los ojos. Quizás no te entiendan, pero tu sabrás que fuiste parte de la historia y querrás contarlo.
No puedo expresar con palabras lo vivido, los cruces de caminos, la emoción, las horas de desánimo.
Hemos frenado los vientos fascistas que soplan desde el centro de Europa. Hemos dado un toque de atención a las políticas de austericidio, que imponen la troika. De momento, al menos les hemos frenado. La reedición del David contra Goliat, la gesta de los pueblos que reaccionan, nosotros, las hormiguitas de Viglietti.
Gracias a los que leyeron mi carta y nos votaron, a los que la leyeron y el corazón les hizo tilín, a todos y a todas las que de una u otra manera fueron protagonistas de esta gesta. Convencido de que Juntos Podemos... ando.
Ahora nos queda todo por construir... nos dicen. Ahora será muy díficil... sentencian. Ahora no se podrá... vaticinan. Los mismos que nos invitaban a bajar los brazos, que era inútil, que no se podía.
Claro que pudimos, claro que podremos. Pase lo que pase dirás algún día: yo hice diputado a Juan Pedro y diputada a Mae de la Concha y senadora a Margalida.... Y se te hinchará el pecho y se te enjuagarán los ojos. Quizás no te entiendan, pero tu sabrás que fuiste parte de la historia y querrás contarlo.
No puedo expresar con palabras lo vivido, los cruces de caminos, la emoción, las horas de desánimo.
Hemos frenado los vientos fascistas que soplan desde el centro de Europa. Hemos dado un toque de atención a las políticas de austericidio, que imponen la troika. De momento, al menos les hemos frenado. La reedición del David contra Goliat, la gesta de los pueblos que reaccionan, nosotros, las hormiguitas de Viglietti.
Gracias a los que leyeron mi carta y nos votaron, a los que la leyeron y el corazón les hizo tilín, a todos y a todas las que de una u otra manera fueron protagonistas de esta gesta. Convencido de que Juntos Podemos... ando.
sábado, 28 de noviembre de 2015
Cartero del Cambio. "Mi mensaje"
Querida amiga y compañera:
Sabes que soy argentino, inmigrante, hijo y nieto de inmigrantes mallorquines que hicieron de aquella tierra la suya, la labraron, la construyeron, la forjaron. Yo sé de su desgarro y su añoranza, de su angustia, esa mezcla de agridulces que a los treinta y cinco años experimenté en carne propia.
Vivo en Malorca y, a poco de asentarme, me atrapó el mundo del café en donde me desenvuelvo profesionalmente, arreglando cafeteras. Siempre he militado porque me rebelan las injusticias pero, sobre todo, porque comprendí, hace muchos años, que hombres como el padrí Jaume y mujeres como la padrina Joana construyeron, allende el mar, países que expulsaron a sus nietos unas décadas después.
No basta con crear países, hay que ser protagonistas de su conducción. Porque siempre creí que, si le dejamos a los listos de turno el control de nuestros destinos, más tarde o más temprano, nuestros hijos tendrán que hacer las maletas en busca de horizontes.
Por eso quería transmitirte este mensaje: mi mensaje. Por un mes y medio, compaginaré mi trabajo con este otro, ahora soy cartero, "Cartero del Cambio", para contarte que el 20 de diciembre es mucho lo que está en juego. Nos jugamos el destino de Europa y el futuro de nuestros hijos. Nunca en todas mis militancias pasadas estuve tan convencido de la importancia de este compromiso, he nacido para este momento.
Gracias por escucharme, con toda la ilusión y la emoción a flor de piel, convencido de que juntos Podemos.
Un fuerte abrazo Sergio
PD:
Mi corazón late por vos y por ese universo que de alguna manera nos hermana. Toda la energía, toda la intensidad de mis actos dirigida a cambiar el rumbo de este mundo que parece viajar en una bomba. En cambio, la nuestra, nuestra bomba digo, lleva en su estómago amor, mucho amor. Esto lo sacamos adelante amando... o no lo sacamos. Frente al odio irracional, nuestro amor inconmensurable! Por eso soy técnico de cafetera y cartero, "Cartero del cambio".Y ahora toco tu puerta, compañera, gracias por tu amistad y compromiso.Juntos Podemos!
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