martes, 9 de noviembre de 2010

La victoria del movimiento.

¡Muévanse!
¡Qué no nos vigilen entre cuatro,
qué deban duplicar su fuerza!
¡Muévanse!
Frenética, histéricamente.
Háganlo, aun, sin sentido.
Nada les incomoda más
que lo que no entienden.
¡Corran, salten, organicen, luchen
... que nuestro destino es multiplicarnos!
¡Qué no se congele tu aliento por el miedo!
¡No retengan respiración alguna!

Qué aunque mañana sean miles,
con cientos podremos derrotarlos.
Nuestro destino inexorable
                                        es la victoria.



Dedicado a los compañeros del programa "Rutas Argentinas", en el 97, y aquel primer
corte de ruta, con los compañeros desocupados de Santa Rosa de Lima.

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