Quiero caminar la noche,
para descubrirte.
Cantar a cuatro voces,
para fastidiarte.
Patear canto rodado, duro y pesado,
para sufrirte.
Chapalear torrente, cristalino y fresco,
para beberte.
Y quiero verte,
plateada de luna,
para ungirte reina
en el verde espacio rodeado de alturas.
Y quiero armar en tu espalda,
un vitreaux de besos, seguros e intensos,
dejando mi marca,
tatuando mi boca en tu piel serena.
Y quiero,
en mi cama despertar
dormido,
en larga caminata nocturna
entonar lejanos temas rituales
hasta el verde prado
rodeado de vida
donde fuiste mía,
una noche y un día. (Quizás sea el primer poema que escribí,
enero en San Juan, Campamento del PSP)
Un poema hermoso...
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