domingo, 14 de noviembre de 2010

Ocaso forzado de un rey.

Camina cansado.
Humo en grandes bocanadas,
fuma, hondo y nocturno.
Le habitan oberoles noctámbulos.

Minotauro de fuego,
minotauro de hierro.
El Rey,
un tren en su recta final,
aroma a incienso y pachuli,
sudor.

Pueblo,quedaste vacío.
Pecado mortal de ser obrero.

El tren,
un rey en su entrega final.
Cumplió su periplo... y fue.

                                                   Dedicado a mi querido pueblo de Laguna Paiva,
                                                    y a mi amigo Horacio Ayala.

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