Te resultará, una tontería...
pero hace días
sólo te pienso.
No te pido nada,
permiteme estar aquí,
sentado,
respirando apenas.
Que la sangre caiga a borbotones,
despacio.
Debo recuperar mis fuerzas.
Este maldito fernet
traiciona mis sentidos
y no hago otra cosa
que no sea
hablar tropezando.
No temas,
no te he de tocar.
Mañana,
cuando marche para siempre,
me olvidarás, aun sin quererlo.
Quería contarte
tantas, pero tantas cosas,
que hoy, que por fin me decido,
el tiempo no alcanza.
La otra tarde
él me invito a un café.
Quería referirse
a tu ausencia.
1999 (Últimos meses en Argentina)
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